Por Luis Pérez Gutiérrez
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El Papá Francisco dice que sin trabajo la vida es indigna. Y no existe duda. Sin empleo es más difícil ser buen ciudadano.  En una sociedad donde solo vale el consumo, quien no tiene ingresos es un marginado social que no participa en la vida del país. Patria, no es solo un pedazo de tierra, patria es educación, patria es la seguridad, patria es el empleo.

La gente estudia para ser buen ciudadano, para ilustrarse, pero en esencia, en una sociedad donde no se puede vivir sin la moneda, la gente estudia para conseguir un buen empleo. Y trabajar. Y a los jóvenes se les recomienda estudiar para que sean grandes y trabajen decentemente.

El DANE acaba de decir el 51% de los desempleados de Colombia son jóvenes menores de 28 años. Qué aterrador. Estamos construyendo una generación de jóvenes excluidos del trabajo.

La educación, las universidades, deben auto reformarse y mirar cómo formar jóvenes para el trabajo. O para que se empleen o para que creen su propio trabajo. Tanta educación y tanta cantaleta en las escuelas y colegios para los jóvenes, para que después salgan a ser vagos o a trabajar en lo ilegal. Un bachiller no sabe nada funcional, es un inútil; solo es útil para seguir estudiando en la U. Tanta investigación en las universidades y ninguna para el trabajo y el empleo de los jóvenes. Si la gente estudia para tener un trabajo digno y la educación no le da las competencias ni ayuda al trabajo, es porque la educación está engañando a los estudiantes.

Es hora de sacudir la educación. Con la educación vetusta que tenemos es imposible transformar el país. La educación tiene que ser capaz de sacar la juventud de la violencia y tiene que ser capaz de capacitar para que trabajen.

La vida para las juventudes urbanas es indigna. La vida para las juventudes campesinas es indigna. La mayoría no tienen empleo. Las Juventudes urbanas acosadas por las garras de las bacrim y de los ilegales. Las Juventudes campesinas asediadas por guerrillas, paramilitares y sembradores de lo ilegal para emplearlos en empresas criminales. La Sociedad, el Gobierno y la educación están dejando las juventudes colombianas a disposición de las tentaciones de lo ilegal. Y asi, las juventudes en lugar de vivir para que progrese la patria se están involucrando en procesos que destruyen la patria.

La Juventud es el Tesoro más grande que tiene una nación. Y en Colombia, la Juventud le está quedando grande al Estado y a la Educación. Qué vergüenza.