Por: Azael Carvajal
azcarma@yahoo.com
Por fortuna, las elecciones regionales del pasado domingo 25 de octubre de 2015, transcurrieron en relativa calma y paz en la mayor parte del territorio colombiano. Ahora, las esperanzas de seguir el camino de los grandes cambios que reclama todo el país están en manos de los nuevos gobernantes. Serán cuatro años que deberán convertirse en un período de consolidación de grandes proyectos sociales, culturales, políticos, económicos y, en fin, en todos los campos que se requieran para que cada municipio y cada departamento, que deben estar bien administrados, por autoridades competentes y honestas, al final de estos mandatos, rindan informes bastantes positivos.
Mientras tanto, también será necesaria la veeduría permanente de la comunidad y de las entidades que representen a la sociedad, para vigilar todos los días los actos, las decisiones y las obras de los gobernantes. Y sobre todo, estar pendientes para que haya una comunicación de las autoridades hacia la comunidad y de ésta hacia aquéllas. En otras palabras, que vivamos en constante diálogo y que éste sea franco, honesto y respetuoso para que de esa manera, todos estemos conversando y expresando nuestras opiniones, tan necesarias en nuestro medio, para que de esa manera, podamos decir que vivimos una auténtica democracia informativa, tan esencial siempre en toda organización que se precie de estar enterada de todo el acontecer de trascendencia de cada lugar.
Y en este escenario, vienen a jugar un papel insustituible y muy necesario, los distintos medios de comunicación. Aunque sea un tema que jamás podrá estar ausente de nuestros comentarios, cada vez comprobamos que ellos permiten y estimulan el diálogo, el debate, el intercambio de distintos mensajes y las comunicaciones en cada municipio.
Por consiguiente, celebramos con especial satisfacción la forma pacífica de las pasadas elecciones, confiamos en la gestión bien intencionada que inician los gobernantes a partir del primero de enero de 2016 y como medios de comunicación, seremos los primeros en estar atentos al acontecer de cada región para contar lo que suceda, investigar sobre los asuntos de interés colectivo, denunciar cuando haya lugar a ello, pero también para apoyar campañas que estén encaminadas al bien común. Seremos, como han dicho los grandes teóricos de las comunicaciones, “los perros guardianes de nuestra democracia”.