Por: Oscar Castaño Valencia
Las elecciones que acaban de pasar en el Oriente Antioqueño permiten hacer algunas reflexiones importantes para tener en cuenta en el quehacer de la Región en los próximos años.
Lo primero que hay que afirmar es que el Gobernador Fajardo incidió muy poco, por no decir nada, en los resultados finales que se dieron en los veintitrés municipios, y las cuatro subregiones, del Oriente Antioqueño. Los cuatro años de “Antioquia la más Educada” no lograron generar base política solida, ni liderazgos importantes, que permitan darle continuidad, en lo local, a las políticas públicas que fueron implementadas desde la Gobernación de Antioquia y, mucho menos, su estilo de gobierno.
Un solo Alcalde fue elegido con el aval del Partido Verde, Bairo Martínez, de Argelia de María, el Municipio con más problemas de la Región, en el que en cuatro años se nombraron doce alcaldes encargados. Donde la corrupción administrativa, con el silencio cómplice de la misma Gobernación de Antioquia, se convirtió en el lunar canceroso, no solo de la subregión Paramos, ni del Oriente Antioqueño, tampoco solo del Departamento, sino de todo el país.
Por otra parte, ninguno de los Alcaldes de la “Nueva Energía Paisa”, Marinilla, El Peñol, Guatapé, San Rafael y Alejandría, que mojaron prensa durante todo el tiempo, que lograron galardones y reconocimientos nacionales e internacionales, lograron poner sucesores amigos para continuar con la gestión de implementar políticas de desarrollo más regionales. Al parecer, se dedicaron mucho a las relaciones públicas por fuera, con los cócteles y comidas a manteles, y se divorciaron de las realidades de sus propios municipios, en muchos casos, alejándose de la misma comunidad que los eligió. Esto, por supuesto, fue cobrado por los electores, que aguantan pero no perdonan.
Esta situación es muy lamentable, porque en la realidad que se avecina para el país, con la posible firma de negociaciones con los grupos insurgentes, obliga a hacer propuestas de desarrollo colectivas. Es urgente pensar en una propuesta territorial de paz en la que los alcaldes electos son fundamentales.
Es más, me atrevo a afirmar que es desde una Asamblea Territorial de Alcaldes desde donde tiene que hacerse una propuesta de desarrollo regional que aboque temas neurálgicos como la movilidad, los recursos naturales, la seguridad, el desarrollo, la participación ciudadana, el ordenamiento territorial, el medio ambiente, etc., etc., etc. Y no dejarlo en manos de ONG´s cuyo interés fundamental es mantenerse, y mantener sus burocracias. y no las grandes transformaciones del Territorio.
Por otro lado, para continuar con las reflexiones, el “Uribismo” no fue la aplanadora que todos estaban esperando. Aunque logro alcaldías fundamentales, como Rionegro, donde la gente voto, claramente en contra de la arrogancia del Alcalde Hernán, no puso las quince a veinte municipalidades que pronosticaban los analistas.
Por el contrario y eso si hay que destacarlo, hubo un voto de opinión muy fuerte en varios municipios, donde los jóvenes, y las mujeres, fueron decisorios en los resultados finales de sus municipios. Marinilla, Nariño, Guarne y Guatapé, son una muy buena demostración de esta afirmación.
Siempre he pensado que un buen Alcalde deja a un buen sucesor, y eso paso solo en cuatro municipios, en los cuales los actuales alcaldes lograron darle continuidad a sus gestiones, Cocorná, El Retiro, El Carmen de Viboral y La ceja, nos dejan una muy importante lección que tiene que ver con que un Alcalde debe gestionar y hacer relaciones públicas que coadyuven con la ejecución de sus planes de desarrollo, sin olvidar la importancia del “confesionario” u Oficina del Alcalde, en la que los campesinos y la comunidad en general va para que a quién eligieron los escuche.
En mis conversaciones privadas con los alcaldes les recuerdo que es más importante la conversación con un campesino en el “confesionario”, que una comida con el Presidente en el mejor restaurante de Bogotá. Hace unos quince años Carlos Mario Zuluaga, en ese entonces Alcalde de Granada y hoy Director de Cornare, me mostró con su ejemplo cotidiano como el “confesionario” legitima gobernantes y protege funcionarios, pero además perpetua propuestas o las impulsa hacia adelante.
Varios ex alcaldes lograron volver al poder; Maximino en San Luis, Hugo en La Unión, que paso por un solo voto, inicialmente y Sérvulo en San Francisco, ahí está en parte la importancia del “confesionario”, un campesino nunca olvida si su Alcalde lo recibió y lo escucho, o no, así no le resuelva su problema.
Varios de los actuales alcaldes hicieron una brillante gestión, pero la comunidad voto por sus oponentes. Frente a esta situación es necesario decir que hubo prácticas muy lamentables en varios municipios, donde la politiquería tradicional hizo de las suyas. Campañas en las que no hubo ningún escrúpulo, ni se ahorró ningún recurso, así quedara empañado el presupuesto municipal para los próximos años, alcaldes electos que hicieron compromisos non santos, que tendrán que ser cumplidos con los carteles de contratistas que hacen “inversiones” en las campañas para asegurarse una tajada grande de los presupuestos municipales.
No tengo ninguna duda que la historia en este este cuatrienio de Argelia, y Flor Dey Granada Valencia, que se encuentra en la cárcel por corrupción, se repetirá muy pronto en varios municipios y con varios alcaldes electos de la Región, para vergüenza de sus electores y horror de Territorio.
Para concluir, hay que desearle, desde el alma, por el bien de los municipios, y de la Región, a los nuevos alcaldes que les vaya muy bien, que puedan ejecutar sus planes de gobierno y que el Territorio se convierta en un modelo para el país fruto de la gestión de sus mandatarios.
Desde la Alianza de Medios del Oriente Antioqueño, Periódico El Oriente y Oriéntese Televisión y nuestras páginas web, los acompañaremos en sus gestiones, en sus ejecutorias, pero estaremos atentos a que esas gestiones y esas ejecutorias sean para el beneficio colectivo de sus municipios y del Territorio. No permitiremos que Argelia se repita en nuestra Región.