Por Luis Pérez Gutiérrez
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El Gobernador Ramos en 2011 firmó el Contrato de Adjudicación del Túnel de Oriente. Previamente Cornare había aprobado la Licencia Ambiental en la Gobernación de Eugenio Prieto y Alcaldía de Luis Pérez en 2003. Así, las obras se iniciaron en 2011.

Luego, en 2012, Los Medios informaron que el Director de Cornare fue convocado a la Gobernación de Antioquia. Allí lo esperaban El Ministro de Medio Ambiente Frank Pearl, El Gobernador Fajardo y el Alcalde de Medellín Aníbal Gaviria. Le notificaron que las obras del Túnel de Oriente se paraban, que la Licencia Ambiental del Túnel quedaba suspendida y que pasaba a manos del Ministro de Medio Ambiente la competencia.

Así, se inició la parálisis de una obra histórica. Ministro, Gobernador y Alcalde insistieron que  la Licencia Ambiental aprobada por Cornare era sospechosa, era ilegal. Todo ello a pesar de que Cornare explicó que la licencia la aprobó Cornare en 2003. Fue demandada luego ante el Ministerio de Medio Ambiente y el mismo Ministerio ratificó que era válida.  Y por último,  esa licencia fue demandada también ante el Consejo de Estado, el cual otra vez la ratificó como Válida. Qué más procesos jurídicos puede superar una norma para ser buena y respetada?

El Túnel de Oriente se suspendió. Los contratistas tenían comprada maquinaria, contratados expertos, empréstitos internacionales listos, en fin, obra iniciada con licencia ambiental del túnel vigente y válida.

En 2013, un año después, el Ministerio de Medio Ambiente, con Ministro diferente a Pearl, vio que se había equivocado; se sintieron encartados con ese tema de la Licencia del Túnel; y devolvieron abruptamente la competencia a Cornare. Increíble error. Solo pidieron a Cornare actualizar unos estudios, que si la Ingeniería es coherente, volverán a dar los mismos resultados. Cornare es una de las empresas más serias de Colombia, más técnicas, más eficaces, más alejadas de corrupción, más querida por alcaldes y por ciudadanía por su estilo innovador y celo con el Medio Ambiente. Y así el Ministerio, con otro Ministro, reconoció su craso error..

En 2013, Cornare citó de nuevo a audiencias públicas para decidir sobre la licencia ambiental del Túnel. Esas recientes audiencias, que son públicas, ratificaron el acertado actuar de Cornare cuando expidió la licencia en 2003.

Estamos próximos a que se reinicien las obras del Túnel. Fueron dos años largos de obras del Túnel paradas. Los contratistas tienen todas las pruebas a su favor para demandar al Estado por más de $150.000 millones. Fueron pruebas públicas. Un sobrecosto de más de de $150.000 millones es botar dinero público a una alcantarilla y un detrimento patrimonial inaceptable por una mala decisión de un gobernante.  Si no se hubiese cometido el grave error de Gobernación y Ministerio de suspender de una manera irresponsable la licencia ambiental, ya estaríamos próximos a inaugurar el Túnel.