Por: Alejandro Botero Cárdenas
@alboca72
alboca72@gmail.com

En Bruselas capital de Bélgica, se realizó un programa de televisión que buscaba voluntarios al azar, para que un reconocido mentalista llamado Dave, les leyera la mente y de esta forma descubriera importantes detalles de sus vidas. Ante la mirada desconcertada de los que accedieron participar en el programa, el mentalista comienza la sesión dando pormenores tales como el lugar donde estudia uno de ellos. Posteriormente, le dice a una mujer que tiene dos tatuajes de mariposas en su espalda. A otra, el nombre de su mejor amiga, y por último, describe con lujo de detalles la fachada de su casa a una joven mujer quien con una expresión estupefacta, no salía de su asombro.

El programa advierte que Dave solo está calentando, pues acto seguido les empieza a hablar de sus transacciones bancarias, de los balances de crédito negativos, la cantidad de euros que una mujer gastó en alcohol y ropa, así como el valor de la casa que uno de ellos tiene a la venta. Por último, “adivina” el número de la tarjeta de crédito de una voluntaria.
En el programa aparece una leyenda que dice: “hora de revelar la magia detrás de la magia”.

Atrás del recinto donde se realiza la grabación, empiezan a caer unas cortinas que dejan ver a varios hombres con las cabezas cubiertas por pasamontañas, husmeando los perfiles en las redes sociales de cada uno de los voluntarios que tomaron parte del supuesto truco del mentalista. El video termina sentenciando: “Tu vida entera está en línea y puede usarse contra ti”.

La temática del programa en cuestión, ha sido últimamente tema de preocupación de padres de familia e instituciones educativas, ante el creciente número de personas, muchos de ellos incautos niños y jóvenes, que pasan largas horas del día conectados, compartiendo información, videos y fotos en las redes sociales.

Algunos titulares de los noticieros prendieron las alarmas: la muerte de una adolescente en Bogotá que citó en su casa a dos supuestos amigos de Facebook para la venderles un computador, y terminaron asensinándola. Además del novio despechado que publicó unas fotos de su exnovia desnuda en Facebook, como represalía ante la negativa de volver con él. La mujer intentó desdesperadamente pedir a los administradores de la red que las quitaran inmediatamente. Sin embargo, solo dos meses después fueron borradas, cuando una gran cantidad de personas las habían visto, y el daño ya estaba hecho.

¿Quién no ha escuchado historias de personas que tuvieron problemas en la relación con su pareja, a raíz de una foto publicada en las redes sociales sin su consentimiento, ya que fueron vistos en lugares donde no debían estar o dijeron no haber estado?

Este interrogante surge entre los usuarios que tienen perfil en alguna red social. ¿Cada vez que publicas una fotografía, cuentas con el consentimiento de las personas que aparecen en ella? O por el contrario, ¿Te gustaría que los demás publicaran fotos tuyas sin tu aprobación?

Se ha vuelto común en las redes, ver personas (principalmente jóvenes) que copian fotos del perfil de alguien que no está entre sus afectos y crean el grupo de los que odiamos a “X”. Facebook está inundado de este tipo de grupos que alimentan el rencor y la violencia del país, además, habla muy mal de nuestra idiosincrasia nacional, pues son muchos los que prefieren ver lo malo antes que lo bueno en los demás.

También se han identificado estudiantes que sin compunción, copian fotos de dos compañeros(as) para hacer los famosos versus, grupos creados en Facebook en los que invitan a los estudiantes a votar, según sus propias palabras: por “el más bueno(a)”, o “el más perro(a)”, o “el más bobo(a)” del colegio. Muchas veces, los estudiantes sometidos al riguroso escarnio estudiantil, solo se enteran de que sus fotos están publicadas en la red, cuando el grupo ya tiene más de dos mil votos y comentarios, la gran mayoría de ellos deningrantes, y que atentan contra la buena fama y dignidad de los involucrados. Estos son casos de una modalidad del bullying denominada ciberbullying.

Igualmente, se han puesto de moda los memes, figuras humanas caricaturescas a las que se les puede anexar comentarios que en ocasiones van dirigidos contra compañeros o profesores y pueden ser ofensivos e hirientes.

Por otro lado, los usuarios de la redes sociales, muchas veces de forma ingenua, revelan su personalidad por la información de sus perfiles. Por tal motivo, hay que ser conscientes de que todo lo que escribimos, damos “like” y compartimos, tiene un impacto directo sobre nuestra imagen. En ese orden de ideas, nos debemos hacer responsables de nuestros comentarios on-line.

Si un psicólogo de una empresa accediera a la información en Facebook o twitter de un postulante a un trabajo, tendría un completo perfil de la persona, de acuerdo a lo que escribe, a lo que opina y a sus gustos.

Debemos formar a los niños y jóvenes para que tomen conciencia de que el hecho de tener muchos amigos en las redes no los hace más importantes, ni más sociables. Al contrario, aceptar como amigos personas que no conocen, los vuelve más vulnerables.

Aunque las redes sociales usadas responsablemete son fuente importante de comunicación, intercambio intelectual y laboral, entretenimiento, amistad y publicidad, los adultos formadores no podemos perder de vista que igualmente son una amenaza para nuestros niños y jóvenes. Gran cantidad de delincuentes sin escrúpulos y personas con desórdenes mentales están al acecho en busca de víctimas inocentes.

Padres de familia, y educadores: estemos alerta no solo para vigilar y controlar, si no también para formar y acompañar en el buen uso de la tecnología y sobretodo en el respeto por el otro.