Víctor Hugo Ayala: el concejal con calle y camiseta

Se sabe que hay concejales que llegaron a la curul con trayectoria, con estructura, con padrinos… y luego está Víctor Hugo Ayala, el muchacho de la barriada que le apostó a su sector, al fútbol y a la gente.

Desde muy joven anduvo entre juntas de acción comunal, escuelas de fútbol y de base de campañas políticas. Confiesa que su mamá le metió la vena política y él decidió canalizarla en liderazgo social. Con apenas 9 años ya respiraba fútbol, y aunque no llegó al profesionalismo, armó una escuela —Sociedad Fútbol Club— que hoy sigue viva y formando en valores.

Una curul con sentido social

Ayala llegó al Concejo de Rionegro con más de mil votos y con un estilo muy de base. Dice que lo suyo no es posar de político de élite, sino estar con la comunidad, en sudadera, dando clases, escuchando, “haciendo calle”.

¿Oposición, gobierno o centro?

Aunque empezó en la oposición, se declaró independiente para poder hacer control político sin el sesgo del “todo no”. Dice que lo bueno hay que apoyarlo, venga de quien venga, y que si se votan proyectos parecidos a los que él defendía en campaña, no tiene por qué oponerse solo por figurar.

¿Está en la coalición? No. ¿Es cercano al alcalde? Sí. ¿Lo han llamado a coalición? Todavía no, pero tampoco se cierra si llega el momento. Por ahora, dice estar de frente y con independencia.

Su proyecto estrella: Incentivos para la primera infancia

Aquí brilló. Logró sacar adelante un proyecto de acuerdo para mejorar la bonificación económica a las agentes educativas que trabajan en hogares infantiles del ICBF. Estas mujeres, muchas con título profesional, ganaban menos de $1.500.000.

Con su iniciativa, más del 95% se vio beneficiada, y a los perfiles que tuvieron reducciones se les explicó que era por equidad. Incluso, a algunos se les ajustó el incentivo tras sugerencias del alcalde.

La infraestructura deportiva está coja

Como hombre del deporte, Ayala no se guardó críticas al estado de los escenarios deportivos. Denunció la mala condición del Coliseo de la cancha Santander (que terminó inundada por goteras y fugas) y de muchas placas deportivas que están al borde del colapso.

Dice que hay más plata para construir nuevas canchas que para mantener las que ya existen. Y eso, según él, es un error. “Hay que mantener antes que seguir construyendo”, repite.

Secretarías lentas, gestión frenada

Se rumoraba… y él lo confirmó: algunos secretarios y subsecretarios no le caminan al alcalde. Y aunque este tiene buenas intenciones, dice que la gestión se frena en el escritorio de los funcionarios. Ha sido claro en el Concejo: si no trabajan, que los saquen.

¿Alcaldía? ¿Asamblea? ¿Cámara? No, gracias (por ahora)

En medio de un Concejo donde varios ya están de precandidatos, Ayala dice que su intención es repetir concejo, no lanzarse a la alcaldía. Cree que hay que respetar los procesos, estudiar más, crecer como persona y como político. “No quiero correr antes de caminar.”

Lo que más disfruta (y lo que más le duele)

Se considera un tipo feliz, que disfruta su rol en el Concejo y que sigue siendo el mismo pelado que jugaba bolas sin camiseta en Bosques del Norte. Lo que más le frustra es no poder ayudar a todos como quisiera, por temas de recursos o burocracia.

Conoce Rionegro “de recodo a recodo”

Gracias a su experiencia como gerente de campaña, recorrió veredas, armó eventos, cargó sillas, puso vallas y pegó engrudo con limón. Hoy sigue visitando sectores lejanos como Santa Teresa y busca mantenerse presente en todo el territorio, aunque reconoce que a veces el tiempo no alcanza.

Cierre con estilo

Con su forma directa y fresca, Ayala cerró su intervención dejando claro que no es el típico concejal de saco y corbata. Lo suyo es la comunidad, el deporte, la primera infancia y hacer política con decencia, sin perder la esencia.


Convenio con Cornare para mejorar la calidad de vida de los recicladores

35 recicladores de oficio de Rionegro se certificaron en competencias laborales en recuperación de residuos sólidos, gracias a un convenio entre el SENA, Cornare y la Alcaldía de Rionegro.
Durante la ceremonia de graduación se exaltó la labor de los recicladores, quienes con sus manos, dedicación y compromiso ayudan a dar una nueva vida a los residuos y aportan a la sostenibilidad del territorio.