En 100 días y en medio de la contingencia, Rionegro muestra otros avances de gestión

Pasaron los primeros 100 días de gobierno y los alcaldes los ajustaron con sus municipios cerrados por cuenta de la inusitada contingencia. Muchos alcaldes solo han dedicado sus gestiones para mitigar los aciagos días y a eso quedó reducida obligatoriamente su gestión. Aún no tienen plan de desarrollo, y los que ya lo aprobaron deberán hacerle ajustes para remediar los estragos sociales y económicos de la pandemia, algo sin precedente.

Nos sorprende Rionegro, municipio que ha soportado los embates de los contagiados, pues allí a la fecha se han confirmado 10 casos y 9 recuperados y aún así ya tiene gestiones distintas a la contención del Covid19 que mostrar, es así como se destaca el avance en un 70 por ciento de la pavimentación de la vía Gualanday-La Argentina, y las siguientes proyecciones: entrega de una nueva estación de Bici-Río en Cuatro Esquinas, firma de acuerdo con agricultores locales para la compra de insumos para los programas de alimentación escolar, iluminación de 31 parques infantiles y gimnasios,  habilitación de una nueva sala de urgencias del Hospital San Juan de Dios, ejecución de 400 mejoramientos de vivienda en la zona urbana y rural, continuación de las obras de la transversal 2, continuación de la construcción de la vía Horizontes-Alto de la Mosca (tramo 33) y la continuación de la vía Llanogrande- Aeropuerto, no es fácil ocuparse de otra agenda en medio de esta emergencia, pero ya se tiene la ruta clara.



Cómo abrirán los frentes de trabajo

A propósito de la información a cuenta gotas del gobierno nacional sobre el levantamiento parcial del aislamiento preventivo obligatorio colaborativo e inteligente, qué tal el nombre, cada semana le agregan una palabra más, pero bien, se anuncia que desde el 27 de abril, con algunas restricciones empezarán operación las siguientes actividades: manufactura, alimentos procesados y la construcción, en esta última actividad también se cuenta la obra pública, pero nos hemos enterado de que los alcaldes tienen sus reservas en abrir frentes de trabajo de algunas infraestructuras en ejecución, pues la mano de obra en gran porción es foránea y los mandatarios no quieren exponerse al riesgo del contagio procedente de otras latitudes, he ahí la gran disyuntiva que enfrentan, pues muchos se han encerrado con candado y doble tranca.


Cualquier contratación calienta los ánimos

En esta época de pandemia hay exasperación de los ánimos e indignación generalizada por el derroche en los presupuestos públicos. Y la lupa se cierne sobre todas las contrataciones en esta temporada de urgencia manifiesta, pues se hacen de manera directa y casi que de manera exprés. Los portales de contratación estatal andan a reventar por cuenta de ciudadanos curiosos. Es así como la semana pasada la Contraloría General de Antioquia se dio un vueltón por nuestro territorio por quejas ciudadanas y pasó por Rionegro, Abejorral y La Ceja, estos gobiernos de manera abierta estuvieron dispuestos a atender a los ciudadanos para resolver las inquietudes. Recuerden que en esta misma columna hemos dicho que para venderle al gobierno hay otros estándares, pues no es lo mismo que ir a la tienda de la esquina con la plata en rama por los descuentos impositivos y estampillas.


La denuncia de Marinilla

Marinilla fue otro de los municipios que estuvo en el ojo del huracán por cuenta de la denuncia del concejal del estatuto de oposición, José Manuel González quien en medios dijo que había un incremento en algunos valores de un contrato suscrito por el ente territorial para adquirir elementos de protección para la fuerza pública, agentes de tránsito y servidores públicos.  El gobierno local le respondió al concejal diciéndole que estaba mal informado y lo acusó de haber dicho que el gel antibacterial tenía un valor de 80 mil pesos, cuando el propio concejal siempre sostuvo que el valor era de 40 mil pesos, ahí pecó la administración municipal al atribuirle la denuncia con ese sobrecosto. Explicó la administración municipal que los precios del contrato suscrito por un valor de $61.542.000, se realizaron bajo todos los principios de transparencia y en el caso del gel antibacterial de 80 ml una vez deducidos los impuestos quedaba en 34.820 pesos, un precio que dice el ente territorial es razonable, lo mismo que para los tapabocas por un valor unitario de $2.089, gafas de bioseguridad por $52.230 cada una, trajes de bioseguridad $27.545 cada uno y tapabocas N95 por valor de $5.000, todos estos precios antes de impuestos.


Habrá que colgar el trapo rojo

foto alcaldía de Angostura. 

Si algo ha sido extendido en esta cuarentena, es la réplica de las iniciativas entre los entes territoriales. Fue así como el pasado fin de semana vimos las famosas “donatones”, algunos municipios prefirieron montar un show para el recaudo, otros se fueron a la visibilización de sus cuentas bancarias en redes sociales y en eso consistió su ejercicio. Marinilla, con medios aliados trasmitió una maratón con artistas durante todo el día y se ajustó a su meta de 200 millones de pesos, lo propio hizo El Carmen de Viboral, que un día antes recaudó cifra similar.

Ahora, quién piensa en los municipios más pequeños de nuestro territorio y con menos presupuesto, aquí la gran donatón tiene que ser del gobierno y de otras entidades del orden nacional y regional, ya es hora de que estas alcaldías en vez de izar la bandera nacional icen el trapo rojo a ver si nos pellizcamos para socorrer a los municipios que más lo necesitan. Así como lo hizo Angostura que en su casa de gobierno colgó el otrora glorioso trapo rojo, que ya no es sinónimo del liberalismo sino de hambre y necesidad.


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