La Asamblea por fin quedó lista
Ya quedó lista la conformación de la Asamblea Departamental de Antioquia, después de los problemas con el escrutinio en Pueblo Rico, cuya elección para la Duma y la Gobernación se invalidó. La ultima curul, es decir la 26, fue de fotofinish, entre el buen amigo Rubén Callejas, actual diputado liberal y Walter Salas, el hombre de Urabá y de Independientes, que en los pasados comicios legislativos aspiró a la Cámara por el Partido Verde.
Mucho se especuló, sobre todo por malquerientes del exgobernador Luis Pérez, que él no había aceptado la curul del estatuto de oposición para dejar que entrara el hombre del grupo del exalcalde Daniel Quintero, Walter Salas, ignorando o más bien lo hicieron a propósito que, Pérez no es amigo de estos cargos en cuerpos colegiados, a él le gusta es ejecutar.
El Prietismo, siempre cae parado
El grupo de Eugenio Prieto, el denominado «Liberalismo Social Demócrata» es un grupo sin votos, pero con gran representatividad y sus miembros siempre gozan de las mieles de la burocracia. En esta elección no fue la excepción, Eugenio, que se sabe sin fuerza electoral, es estratégico a la hora de moverse. Fue así como declinó en favor del uribismo y se entregó al simpático Andrés Julián Rendón, vislumbrando la hecatombe de la izquierda y desmarcándose del quinterismo, en donde obtuvo la gracia burocrática y del Petrismo, en donde intrigó por un Ministerio que nunca llegó, quizá para su fortuna. Este grupo sin duda le cobrará a Rendón su anticipado apoyo, pese a que no tiene representación ni en el concejo de Medellín ni en la Asamblea, pues se quemaron con Carlos Mario Mejía «el flaco» en el concejo y con Rubén Callejas no pudieron mantener la curul en la Asamblea. Dónde se habrán quedado los más de 50 mil votos de Luis Carlos Ochoa a la Cámara, pues Callejas no logró ni el 40 por ciento de esta reciente votación.
El tardío mea culpa del «Flaco» Mejía
A propósito del concejal Carlos Mario Mejía, «el flaco» quien entró en este último año ante la caída de Aura Marleny Arcila, pues tuvo un repentino acto de confesión y hasta desagravio con la ciudadanía, indicando que se arrepentía de haber apoyado al gobierno de Daniel Quintero y que incluso el cargo de secretario de movilidad, era el peor que había ocupado en su vida de trayectoria pública, dicho esto, procedió a votar positivamente por el proyecto de acuerdo que buscaba autorizar transferencias del gigante de los servicios públicos EPM al gobierno del Distrito de Medellín, recursos que irán a financiar las instituciones de educación superior públicas de la ciudad: Colegio Mayor, Pascual Bravo y el ITM. Dicho proyecto de acuerdo fue aprobado.
Proyección de material audiovisual inédito en El Peñol